sábado, 20 de agosto de 2011

Auschwitz: El infierno terrenal



Debo decir que nunca estuve en un lugar semejante. La sensación de real, de vívidamente cercano en el tiempo que este campo de concentración tenía fue escalofriante. Cerrar los ojos con la cantidad de muertes dadas por la guía, sumado al nudo en la garganta y en el estómago que perduró durante toda la visita fueron intensamente inmanejables y angustiantes. Nunca logré apreciar la vida tanto y agradecer a su vez por estar vivo. La masacre perpetuada por los nazis, ésa que leimos en libros y aprendimos en la escuela estaba ahí, frente a nuestros ojos, y no se podía voltear la vista. La perfección en la ejecutación de prisioneros, la utilización al máximo de los recursos para lograr un mayor rendimiento en la exterminación me dieron repulsión. Todo el campo estaba tan perfectamente conservado, que parecía que todo había tenido lugar dos años antes. Deseé realmente que todos pudiéramos tener la oportunidad de ir a este lugar, ya que lo que se puede aprender de las historias, es invaluable. Ojalá que no se vuelva a repetir algo semajante, aunque claro, Stalin asesinó incluso a más gente que Hitler, por lo que parece que es difícil aprender de las lecciones anteriores. Lo que sí recomiendo altamente, es leer cualquier libro de sobrevivientes a Auschwitz. Ahí sí que diremos: "¿Y yo de qué me quejo? ¿De que llego tarde, de que estoy estresado, de que mis compañeros de trabajo son unos ineptos?" "¡Ah, claro, me había olvidado! ¡Soy un boludo!" Y así es, la mayoría, somos unos terribles boludos. 

miércoles, 17 de agosto de 2011

El baile del Zapiekanki


Luego de sacar centenares de fotos por Budapest, Bratislava y Vienna, era hora de cargar la batería y prepararse para la hermosa casa de muñecas tamaño baño llamada Praga. Arquitectónicamente, esta capital es de las más sorprendentes por su belleza, criterio y uniformidad. Una parada obligada en la ruta del viajero por estos minúsculos países. República Checa es la cuna de -según algunos- la mejor cerveza lager del mundo, la "Pilsner" y creadora también del primer fernet, que no probamos. Toures gratuitos caminados, deambulaje generalizado, eventos varios y el reencuentro con Sabri y Guada en el centro fueron algunas de las cosas que hicimos por acá. No se me ocurre demasiado para escribir, ya que lo fuerte de esta entrada es el baile desastroso que nació en un barcito céntrico, y que luego fuera bautizado en Cracovia como "El baile del Zapiekanki". Si es instructor de baile, le recomendamos no ver este video. Muchas gracias, ¡nos vamos para Polonia!

martes, 26 de julio de 2011

Europadelestiando


Hola, buenas tardes, somos puro verbo nosotros dos. Somos acción y contraataque. Hemos sido bautizados con un sustantivo, sin embargo, por el pirata con rango de comandante Sebastián Cooke, aquél que supo navegar por aguas escarpadas en los climas más hostiles de occidente y oriente. Somos el grupo Sin-tic (apócope de sin tiquet) que vendría a ser una evolución/deformación de los hermanos Garparelli de aquella colorida, húmeda y rica Latinoamérica que me vio nacer. Acá todo muta, ya que Europa se encarga de contaminar al mundo en lugares varios, teniendo como consecuencias directas la evolución mutante de aquellos inmigrtantes que no han nacido bajo este cielo tan comprimidamente diverso y rico, -en materia de divisas- a costa de los otros pobres -en materia de divisas-. Esta célula no terrorista intentó siempre y bajo todos los medios colarse en cuanto transporte público se les cruzó por el camino, saliendo airosos -exceptuando en Praga y casi en Budapest- en todas las ocasiones. El sustantivo de acción 4x4 Sin-tic dejó hasta el último esfuerzo para lograr vivienda gratis, y como su humanidad inherente de grupo es tan fallida como los couchsurfers de Croacia y Eslovenia, tuvimos que indigentar en las calles mismas, haciéndonos uno con la oscuridad envolvente de la noche, que nos puso un moño en las cabezas y nos ocultó cual francotirador croata se apuesta todo el salario en un campanario de una iglesia católica durante la guerra de la independencia de los Balcanes y dispara un full cargado de balas de liberación popular y reivindicación regionalista, fragmentando con esas esquirlas el suelo que ya no estará más unido por el despotismo del verdulero Tito, sino que ahora la fiambrería "Los croatas unidos" se separará del local y se autogestionará detrás de una frontera, pocos años antes, impensada. 
Los días y noches en los Balcanes fueron de mis preferidos, ya que nos lanzamos  ampliamente al azar callejístico, pasando momentos duros y pegajosamente sucios, pero, a su vez, encontrando una oficina propia en una galería de Split y conociendo a una hermosa familia en Skopje, Macedonia. Fueron momentos críticos, al límite, como aún sintiendo las repercusiones de antaño que por ahí repiquetean en las esquinas de una región que parece seguir siendo bastante efervescente, pero que a la vez bate esas burbujas con la cuchara de la paz y la supuesta tolerancia que creímos sentir en varias ocasiones. 

sábado, 12 de marzo de 2011

A favela dublinesa e os mininos




Paixão paulista
“Paixão paulista” es la telenovela romántica  protagonizada por el gran actor dramático Dudú “Novela” Gastãño , quien en esta oportunidad sufre las vicisitudes de un amor ambiguo, unha relação que o levará a limite de a elucubração mental, da equação do coração com variáveis mais que perigosamente volúveis, que provocarán un sacudimiento en su  ambiente  laboral y en la relación con sus amigos. Los productores del ciclo no garantizan al televidente escenas de alto contenido erótico-sensual. Esta es una telenovela para los amantes del drama romántico, con pinceladas  cómicas de un actor en ascenso sostenido y exponencial.  Quinta, sexta e sábados, á meia-noite.

La farmacia de Don Mateo
“La farmacia de Don Mateo” es una miniserie de suspenso, intriga y acción protagonizada por el viejo y repetido actor de riesgo Paulo "Miniserie" McAnnister, oriundo de Donabate, Irlanda. Este programa, no apto para televidentes susceptibles o con un cuadro delicado cerebro-vascular,  se desarrolla principalmente en exteriores y en la farmacia de Don Mateo, un comercio con fachada de droguería céntrica donde, luego del horario de atención al público, se hacen actividades varias como lavado de dinero, permuta ilegal de medicamentos sin receta, prostitución de menores y venta clandestina de armas a los resistentes de la guerrilla de Irlanda del Norte. En una fachada de farmacéutico en período de tres meses de prueba, el protagonista de esta historia embauca a sus amigos, haciéndoles creer que tiene que cumplir horarios estrictos, hacer buena letra y cuidar su empleo cuando, en realidad, es el cabecilla principal de una de las principales redes de delincuencia de los bajos fondos de Dublín. De segunda á sexta, horário da oficina, das 9h ás 18h.

Molestito: O ataque a edíficio de os knackers e a os vizhinos o terceiro andar
“Molestito: O ataque a edíficio de os knackers e a os vizhinos o terceiro andar” es un unitario con dos flamantes actores de la República separatista do Rio Grande do Sul (“República Rio-Grandense”). Los actores gaúchos “Moles” y “Tito”, protagonizan un programa cargado con 220 voltios de aventura nocturna y de trasnoche, en la cual se enfrentarán a sus peores enemigos: los knackers, los aburridos y amusicales vecinos del tercer piso y las reglas preestablecidas de una sociedad que parece obligarlos a vivir dentro del horario convencional de oficina. “Molestito” detonará  su televisor con melodías en Português cantadas en acordes de violão, nublar-se-á a vista com a fumaça de excessos mais clandestinos e o ritmo mais quente e contagiante do Atlântico sul.  “Molestito” es ideal para el adolescente que quiere animarse a más, pero que no sabe cómo. Qualquer dia da semana. A qualquer  hora a partir da meia-noite.

El abismo silencioso
“El abismo silencioso” es un drama maniático-depresivo protagonizado por el actor de reparto César "Película" Postrelli, quien, después de haber dejado de ser virgen en el arte del amar, se ve completamente perdido tras la anunciada e impostergable partida de su ex compañera de piso y amante oficial, Juliana Lopersen. La trama se desarrolla principalmente en las únicas dos locaciones en las que el protagonista de esta historia de cuasi autodestrucción se mueve: El local de empanadas, su lugar de trabajo,  e a favela dublinesa, sua morada, donde se ve entremezclado en un batido sudamericano de los más ricos sabores y experiencias, y donde es arengado y entretenido diariamente por sus amigos a salir al mundo exterior y a terminar con su estado de marchitamiento pronunciado de ánimo y alma, empeorado por la cortina celestial y permanente que cubre el cielo dublinés. Este filme es ideal para comprender cómo es posible desperdiciar el tiempo en cavilaciones insolubles y que la alegría es casi siempre brasilera. De fevereiro a maio, em os melhores cinemas da Iha.


domingo, 14 de noviembre de 2010

Dulce y cálida convivencia


Julia López me atrapó al instante. Desde que la conocí, allá, en agosto en Dublín, que no pude desprenderme de ella. La necesidad que partía del sentimiento mismo, de mi bomba corporal me decía que tenía que seguir con ella, y reencontrarme costara lo que costara. Cada momento que compartía era de un goce y de una comodidad hasta entonces desconocidos para mí. Nos reencontramos primero en España y todo fluyó libre e ininterrumpidamente. Los días que compartimos juntos fueron sin nubes, llenos de un sol radiante que nos alumbró incluso en las noches. Me estaba volviendo adicto a Julia, y quería ir más allá. Quería seguir compartiendo más momentos juntos, y me pareció una excelente idea sugerirle que nos mudáramos juntos en Dublín. Cuando se lo comenté a Juli, no lo dudó un instante. Le encantó la idea. Nos despedimos en Barcelona, con la certeza de que nos volveríamos a ver en un mes en la isla europea revolucionaria.

Fueron dos meses cargados de una intensidad dulce e inagotable. En medio de un invierno blanco, hostil, oscuro y frío, nos cobijamos en la burbujita López-Petrelli que supimos ir tejiendo con el correr de los días-noche. El frío nos metió para adentro, a nuestro nidito de amor, donde pasamos juntos la mayor cantidad del tiempo, aislados casi por completo del mundo exterior que parecía estar confabulado con la nieve y el viento para que sólo nos acurrucáramos. Igualmente, la 100 de Dorset St. fue el epicentro de algunas reuniones y la casita de nuestras amigas Milu, Viryi y Sol que llegaron a visitarnos. Juli preparó unas milanesas exquisitamente tiernas como apertura oficial del depto, justo en la semana que Viryi, Milu y Mechi llegaron a Dublín para vivir los últimos días de una gira europea de ensueño. Navidad aterrizó, y con ella los 25 argentinos y algún que otro extranjero que se dieron cita en el más abundante banquete que nuestros paladares pocas veces masticaron.


Fue uno de los momentos más gratos que me han tocado vivir hasta ahora y lo voy a recordar siempre como una de las mejores experiencias que he tenido. Lamentablemente, lo bueno siempre dura poco y Juli se tuvo que volver a Buenos Aires, dejando un vacío inllenable ¡Ojalá Julia que nos volvamos a ver pronto! Te quiero muchísimo Julia López, muchísimo...


miércoles, 27 de octubre de 2010

Temple Bar, Dublín


Bienvenidos señoras y señores a Temple Bar, el centro turístico por excelencia de Dublín. Sea bienvenido señor a la bella Irlanda, a su colorida gente que contrasta tan vívidamente con esa nube espesa que cubre casi todo el país a lo largo del año. Relájese, tómese todas las pintas que su hígado le permita, y/o sustraiga ilegalmente la cantidad de este sabroso elíxir que su consciencia le deje (en estos casos, es mejor no tenerla). Trate de entenderle a los irlandeses, retrúquele todos los chistes que intantáneamente harán resonar su risa en el pub, en su trabajo o en la calle. Sea amable, sea irlandés. Ahora, dése una vueltita por Temple Bar un fin de semana a la noche y deléitese con las bandas callejeras que tocan todas las noches los mismos cinco temas durante 3 meses. Reiterativo, ¿no Meli?, pero de excelente calidad. Disfrute de los personajes callejeros, las riñas de gordos borrachos, de los innumerables alcohólicos que deambulan cual vagabundo busca un euro tirado en el piso. Escuche historias de viejos irlandeses con amplia experiencia de vida y trate de aprender algo. Si trabaja en un local de empandas en el corazón de Temple Bar, como tuve el honor, orgullo y suerte de hacerlo, prepárese para todo, hasta para vender hamburguesas. Prepárese para ver cómo parejas a las 3 de la mañana de un viernes llegan al local y empiezan a discutir por el sabor de una empanada. Ríasele en la cara de las rubias taradas que vienen pidiendo por favor que las ayuden a alejar a sus novios anodinos. Niéguele papel de alumino a los adictos al crack. Regálele una empanada a los indigentes caraduras que vienen pidiendo comida, si es de pork and apple, mejor, porque ésa no la lleva nadie ¡Qué sabor más horrible! Entrene duro, y rompa récords. Almuerce y cene por un mes seguido empandas, y le prometo que no se va a cansar. Hágase amigo de los argentinos notables de Dublín. Agradézcale una vez más a Sebastián Cooke por la oportunidad y el aguante las primeras semanas en su casa, así también como al Poli ia y Mariana que me alojaron en su casa como 7 días sin problemas ¡Qué buenas mañanas, Pablito, los mates! Conozca a Pablo Mc Allister y a los minhinos, sus futuros compañeros de Favella, y agradézcale por el aguante en esa casa inmensa. Vea al Guri esporádicamente y ríase a carcajadas de su humor y maldad inmejorables. Vaya haciéndose amigo poco a poco del Tano que siempre lo pasa a saludar para filosofar acerca de la vida, del sistema, de la problemática de las bebidas energizantes en la postmodernidad; así como para compartir un café, una empanada de Tikka y las historias más pausadamente contadas. Comparta con Fede unas noches para el olvido con las hamburguesas. Labure como un animal 15 horas en Saint Patrick's day o sin francos como el robot-zombie capo ídolo de multitudes de David. Esté listo para los chistes de su jefe Kevin. 
Prepárese para todo, porque la va a pasar de puta madre. Esté atento a los pungas de empanadas y dinero, que lo van a dormir. Tenga cuidado con los borrachos porque cuando entran se pueden poner violentos. Reciba a Mechi, Viryi y Milu en la empanadería y tómese un cafecito. Comparta las noches con la dulce y compañera Julia López, quien le hará el aguante para que todo sea más placentero. Y termine coronando la estadía laboral en Dublín trabajando codo a codo con los hermanos venezolanos areperos, quienes me hicieron revivir los deliciosos sabores latinoamericanos, me llenaron de su cálido acento e hicieron esas interminables noches más cortas y divertidas. 
Y de vez en cuando, cuando no entra nadie, asómese por la puerta, y grabe un video como éste, que resume lo que es Dublín perfectamente: Una ciudad hermosa llena de talentos, borrachos y ¡hechos chistosísimos!

viernes, 15 de octubre de 2010

Una España compartida


Fui a España sólo para reencontrarme con vos,  Julia. Crucé toda Francia y mitad de la madre patria de un tirón para pasarte a buscar por la estación.  Perdonar es divino y vos fuiste ambas conmigo, y sólo por eso me hubiera ido hasta la Isla de Pascua solo para encontrarte. Me la pasé hablándote, en soledad, como si fueras mi mujer invisible que me acompañaba en bicicleta por la ciudad canal, que se acurrucaba conmigo en el ciber café o con la que soñaba en noches de preocupación en una ciudad de luciérnagas artificiales y arte incomparable. Te imaginaba a mi lado y te añoraba, más que a nadie, tachando las horas y los días que nos separaban con calmada desesperación. Hasta que por fin nos tuvimos enfrente, cara a cara, como tanto habíamos querido. Caminamos juntos y separados, compartimos comidas, recitales, tardes al aire libre, muchas tapas sabrosas; Madrid, Sevilla, Granada y un mordisco intenso de Barcelona junto a mi pluscuamperfecto Florencia Solina, y mi pretérito perfecto Paulina Campos Córdoba. Vos, mi presente, hizo que todo encajara perfectamente al descubrir que sólo algunas cosas cambian, mas no las relaciones arraigadas en los nervios sensibles del sentimiento. Tuve el inmenso honor, suerte y placer de poderme reencontrar con Pepe, personaje caricaturesco que conocí en Tulum, profesor de Secundaria con ideas tan liberales como las libertarias revolucionarias y con un propósito único en la vida: pasarla de puta madre, disfrutar y reírse de sí mismo y de todo. Nos dejó las llaves de su piso en Madrid cual amigo se brinda enteramente con todo lo que tiene, compartiéndolo sin más. Muchas gracias Pepe, muchísimas gracias por las historias y la hospitalidad sin límites en esa casa con balcón selvático.

Viajamos en colectivo, dormimos en hostales y no me importó porque solo no estaba, sino con vos Juli. Estar a tu lado me devolvió el alma al cuerpo, me dejó tranquilo y feliz. Gracias a vos descubrí  a  España, una tierra preciosa, colorida, latina, sabrosamente salada, plagada de vino, placeres, sol, clima cálido, gente hospitalaria y arquitectura imperial. Me devolviste a las raíces, al murmullo del idioma materno, que no escuchaba desde casi un año, y por sobre todo, me trajiste de regreso la sonrisa al mirarme, sonreír y achinar tus ojitos, expresión que te iluminaba la cara, te renovaba, y te hacía brillar cual sol de medianoche baña  las montañas del norte, acariciándolas suavemente con su calor.
Fue una España compartida, codo a codo, pie a pie, de a dos, ¡juntos otra vez!
Uno dos tres, te quiero Julita; cuatro, cinco, seis, con todo mi corazón; siete, ocho nueve, no podría parar de contar…




jueves, 7 de octubre de 2010

Otoño garparelliano: Okupelli 3.0



Desde que estaba en Canterbury, Inglaterra, soñaba con irme a la gran ciudad y ser un okupa en Londres. Como no pude ni siquiera fabricar mi propio cuerpo de ensueño, tuve que desistir de la idea y guardarla en el ático que supe tener pero que dejé a mi partida. Una baguette llevó a la otra, un salame con queso llevó a la mortadella y, casi como en un emparedado paisino -no parisino-, caí en el desconocido Bélgica, en el más inóspito Gent y en la casa del más anónimo okupa. Mis solicitudes infructuosas y sin tiempo por couchsurfing  (¡gracias Nico por las camas que no calenté!) hicieron lanzarme una vez más al juego de azar gratuito y, como quien le pide a un Tito Denver armar la carpa en su jardín, le pregunté a un rasta que pasaba por la placita donde yo yacía inmóvil si tenía un lugar donde pudiera dormir. Deambulamos por la hermosa ciudad de canales y construcciones del medioevo para terminar en la casa de su hermano. Compartimos una cena en una casa anarquista, buscamos otras viviendas potenciales para ocupar y después nos fuimos a dormir a la casa sin luz. Cuando estaba arremolinándome en el sofá del ex ciber café, supe con mucha certeza que el otoño despediría, quizá temporalmente, junto con la caída y molienda de las últimas hojas oxidadas, a ese Garparelli que siempre supo ver esa vivienda abandonada o ese local okupado, para luego, darle la cruda bienvenida al invierno europeo que no permite indigentes turísticos, que está hecho sólo para las estufas y calentadores, para las camas dobles y las caricias nocturnas. Sabía lo que se venía y, dentro de mí, empezaba a desalimentar a ese Okupelli que tanta satisfacción me trajo, para comenzar a engordar al personaje invernal que estaba por gopear a mi puerta. 

miércoles, 6 de octubre de 2010

La ciudad de los niños: Amsterdam


Desde que llegué no dejo de andar en bici. Es que no puedo parar. No quiero museos, no quiero tours gratuitos, ni caminados, ni en bici, ni en bus. Sólo perderme en la ciudad y que los canales me traguen.


Algunos la llaman la Venecia del Norte, otros, la ciudad de las bicis. Ambos calificativos le caben perfectamente, aunque, quizás, la Venecia del norte sea Brujas. No sé, porque allí no fui. ¡Pero qué bien le sienta! Tantos canales y agua que me pasan bajo los pies… Agua, agua, agua... Que ya me ha enamorado, como aquel río Liffey en Dublín.

Las bicis son como hormigas desplazándose por doquier, por todos lados; turistas, inmigrantes, locales, tooodos bicicleteamos por ahí, tintineando nuestras campanitas, entre medio de luces coloridas, con semáforos que nos detienen y nos hacen avanzar. Pedaleo, pedaleo con la boca abierta, sin hablar pero cantando solo, como un autista o como recién salido de un coffee shop... Jojojojo.

Todas las edades encuentran algo de su gusto en esta ciudad. Mirando vidrieras, pensé que tanto a mi abuela como a mi adolescente primo les gustaría ver esto. Desde galerías de arte, hasta cerámica y casas de antigüedades ¡Qué cerámicos! Desde ropa vintage para mí (nunca entendí lo que era la ropa vintage), o ropa de la época de mi abuela y más viejas. Telas, sábanas antiguas, vestidos de fiesta, etc. O desde los quesos que me llevaron a mi papá, o las hamacas paraguayas, a las casas de joyas, telas hindúes y bicicletas que me recordaron a mi mamá y a mis amig@s.

Si las edades no encontraron nada de su antojo, los coffee shops las encontrarán a ellas. Si querés un coffeeshop onda hindú – almohadones en el piso con mesa ratona – metele derecho y doblá al cuarto semáforo. Si querés una onda más fumona – hojitas de marihuana pintadas en la ventana junto con Bob Marley – doblá cuando veas un humo verdolaga como las hojas de coca. O si querés ser una estrella del rock an’ roll y tocar la guitarra como Jimmy Page, andá donde están todos los secuaces de Pappo tatuados en la calle. También los encontrás más serios, como si solo fueran un bar, por si lo tuyo es pasar desapercibido. En resumen, encontrarás el ambiente que desees para fumarte un churro o comer muffins, o colarte algún que otro honguito alucinógeno deshidratado, empacado en una linda y prolija cajita de plástico, con sus efectos y precauciones detallados al reverso, en clara muestra de lo que es esta ciudad: se puede hacer todo, pero con moderación, orden y en su lugar. Sí señora, le digo que todo público estaría feliz en esta ciudad. Hasta encuentra palos de amasar con forma de pija.

Sigo pedaleando y, de golpe, me encuentro con una mujer detrás de una ventana, – viene de la playa, pensé, ¡qué sueltita de ropa! – luz roja, ropa erótica. Hay otro hombre que la mira y espera que le abra la puerta. ¡Sí, al fin llegué a la zona roja! Miro para arriba, me bajo, ato la bici y empiezo a caminar. Carteles sexuales, fotos, tetas, pijas, vaginas cósmicas, escenas de sexo, películas, teatro en vivo, consoladores, lo que se te ocurra en exhibición, con luces, en venta, en exposición, ¡¡parafernalia pura!! En el medio de la calle van todos caminando, como dentro de una burbuja empañada del culto al sexo, o mejor dicho, el culto capitalista al sexo. La compra y venta legal del sexo, con regulaciones, precios, tarifas… "¡Aguas! Si corrés la pierna un poquito, es otra posición. Ergo, es otro precio. Cincuenta euros los 15 minutos, si tardás un poco más, es mas caro"… En Cuba, las putas te la chupan por 3 CUC, ¡dejame de joder! Jajajajajajaja.

Me dio la sensación de ser una ciudad libre, para todos los gustos, sin prejuicios. Eso: SIN PRE-JUI-CIOS ¿Tu sueño siempre fue ponerte un chihuahua de sombrero y salir a caminar por el centro, y nunca lo hiciste porque tus amigos te iban a gastar? ¡Vení a Amsterdam! ¡Nadie te va a decir nada! No obstante, no sé cómo será vivir acá. No creo que sea muy complicado. La ciudad es fácil de pedalearla; es fácil moverse. Los medios de transporte son buenos; las casas, hermosas. Es tranquila, hay bastante control de todo, están organizados, son el futuro, son holandeses… Como los que volví a ver acá. Así es. Postrelli es amistad y una de las razones principales por la que vine para acá fue para reencontrarme con Susie, Veronique, Talitha y Joost. A Talitha no la pude ver porque soy un bobo que se pierde en sus propios laberintos mentales. Pero a los otros tres… ¡Uf! ¡Qué lindo que fue compartir ese almuerzo con Uds. chicas! Recordar nuestros tan divertidos y bizarros momentos en Tulum. Recordar al gran Passerieu. Fue sobrenatural. Y, por el otro lado, haberme quedado en el grandísimo departamento donde vive Joost fue también algo increíble. Joost, me hiciste sentir siempre como en casa y, si bien no pasamos mucho tiempo juntos, – ¡porque con las 8 llaves que tenía, tardaba media hora para entrar! (es un chiste, jejeje) – los ratos en los que nos vimos fueron más que suficientes para tener buenas charlas acerca de los viajes, la vida, la psicodelia y demás yerbas…

Seguramente habrá una ciudad que no vi, aunque por momentos me pareció sentirla, cuando me mimeticé entre los cuerpos pedaleantes, haciéndole creer a más de un local/turista, o a más de una Milu, Vir o Mechi desprevenidas que me crucé por la calle como si viviéramos en el mismo barrio, que era un holandés más. Eso digo, otra ciudad, a la que el turismo no llega, que lejos estará de las bicis, los canales y las "zonas viciosas". O quizás no exista. Sin embargo, lo que me tocó ver… ¡¡Me encantó!! ¡¡ Y espero volver pronto!!

martes, 21 de septiembre de 2010

Cocinámela a la francesa, s'il vous plaît


Parte Primera: Descripción e impresiones generales

Fui a París porque estaba en el camino. Andá a París, andá a París, me decía Fede. Él no sabía cabalmente por qué me estaba mandando, pero yo por las dudas le hice caso. Él usa bigote, no me podía hablar en broma ¡Cuándo llegué! ¡Papá! París, París, que me has robado más de un suspiro y más de una billetera, diría el Colorado. Yo quería usar todos los sentidos, París me lo permitió. Primero, lo primero. Las mujeres. Por favor Martín. Las parisinas rajan la tierra. Eso sí, cruzar una mirada es más difícil que salga el sol en Inglaterra por 13 días seguidos. Me hubiera gustado usar el tacto con las francesas, pero no se pudo. La arquitectura. Arquitecto Zanotti, ¡Ud. no sabe! Los ojos se me extasiaron ¡Qué barbaridad, qué barbaridad! ¡Estos franceses son terribles! ¡Qué barbaridad! Fue una de las frases más transmitidas por la radioemisora Petrelli de onda corta. Mire Sr. Arquitecto. Imagínese no dejar nada librado al azar, nada (bah, estoy hablando desde mi ignorancia, quiero aclarar, yo no te levanto 3 ladrillos derechos…) Imagínese mirar el obelisco que le robaron a los egipcios en la Place de la Concorde y, a lo lejos, ver el Arco del Triunfo, a su izquierda un cacho importante de la Torre Eiffel y, si se asoma, ve el Congreso o no sé qué edificio que está buenísimo también. Imagínese cansarse de tanta perfección arquitectónica, de tanta coronación de edificio con cúpula o avenida o calle con alguna construcción monumental (llámese La Madeleine, la Académie de Musique, Les Invalides, Notre Dame, Iglesias X, etc), de tanto detalle en las paredes, de grabados, estatuas y estatuillas magníficas en las iglesias, gárgolas, puentes, parques y jardines que son un canto a la naturaleza –acotada y enrejada, sí - Imagínese dar un 360º a lo Alejo Moretti antes de clavarse el manubrio en el galpón y ver todo el pinche Louvre, edificio que se extiende como por 250 metros. Imagínese, encima, imagínese señor viajero vagabundo, llegar al metro y ver que algunos franceses saltan los molinetes: poesía subterránea. Siga viajando y, de pasadita, ve una réplica en miniatura de la estatua de la libertad. Imagínese ir a las farmacias, que las hay por doquier, para pedir curitas para detener la sangría del labio inferior originada por la estupefacción que los ojos rebosantes sufren de tanto arte que chorrea, - sí Juampi - el arte te chorrea por donde la nuca se contraiga, por donde los párpados dejen de parpadear. Bájese para ir al le Château de Versailles y ahí sí, ahí sí, suspéndanlon Alicia y Srita. Vignolo. Suspendan todo lo que venían haciendo y vociferen: ¡Francia la reconcha de tu madre! ¡Hacé algo feo, por favor, dale, algo que no sea simétrico! No, los parisinos/franceses no van a hacer eso. La obsesión por la estética y aquélla que deriva en la perfección simétrica y equidistante (reflejada de árbol a árbol, de farol a farol, de helecho a helecho) hace de París, a mi parecer, la ciudad perfecta, creada por los dioses del Olimpo.

Salgamos a degustar y oler ahora. Sí, vayamos a una boulangerie. Dale, compremos 150 € de facturas ¡Sí, sí, son carísimas, pero jebuscristo que llegás al nirvana gustativo! La comida en esta ciudad es tan rica como la arquitectura, bella. Salgamos a escuchar ahora… Bueno, dale ¿Adónde vamos? Y… no sé, el mapa que tenía lo tiré porque se me rompió, bah, lo rompí a propósito. Perdámonos, por favor perdámonos que es divertidísimo… Si se pierde, despreocúpese que música va a encontrar. Jazz gratuito en bares y por la calle. Bandas tributo, flautistas, saxofonistas, guitarristas, etc. en los pasillos del metro poético, músicos que le descontracturarán los nervios arraigados en la espalda. Ahora salgamos a tocar… Salgamos a caminar y a tocar algún culo o alguna teta... ¡Pero che! ¡Somos malísimos! ¡Qué barbaridad estas francesas que no se dejan tocar el culo! ¡Qué barbaridad! ¡¡Qué barbaridad!! ¡¡¡Qué barbaridad!!!

Parte Segunda: ¡No te asustés que es César Bond, Vagabond!

Llegué a París acompañado. Sí, Juank. Caí acompañado porque soy cobarde y sigue siéndome difícil decir que no, basta, no te quiero ver, andate a cagar. Logré que toda la situación con "la riojana" (en realidad es de las islas exóticas) terminara de la peor manera, porque me encantan los problemas. Luego de que me mandaran a patear calefones, me quedé solo como quería al principio. Solo y con los molinetes libres, decidí incursionar en Montmartre para sorprender a mis superamigas del alma: Milu, Mechi y Vir. Con la ayuda de Nico VerCHEsi, pude averiguar el depto donde se estaban quedando y, después de 2 años y medio largos de no vernos, me le aparecí a Mechi, que estaba sentada al lado de la ventana, y le grité por encima de la reja: "¡¡Mechi, Mechi, ahahahahahahahahahah!!” La cara de sorpresa de Mechi no me la voy a olvidar jamás. Después me abrieron la puerta del edificio y la abracé a Vir y después a Milu. Nos abrazamos todos juntos y viva a la pepa, ¡joder! ¡Qué reencuentro Sottile, qué reencuentro! ¡Estás igual!, me dijo Vir y nos empezamos a poner al día y demás. Ese día, el sábado, fue uno de los mejores días que recuerdo haber vivido. Luego de comer, nos fuimos a bailar desaforadamente a un pub, luego a robar bebidas que los desprevenidos abandonaban, posteriormente hicimos algunos desmanes menores, además de un papelito con el tel. por debajo de la puerta de un bar y, de madrugada, a contemplar París desde una escalera y a dormir al fin. Al día siguiente, paseamos por ahí y coronamos la jornada cual cúpula remata magistralmente a los quiscos de diarios: comiendo sánguches de queso frente a la Torre Eiffel quien (porque convengamos que es una persona. Mechi se quería casar, así que no entiendo bien de qué género es… Digo por la forma física vs. el género gramatical), magnánima, nos deleitó con su espectáculo nocturno de luces y nos dejó boquiabiertos una vez más.

Ahora que trato de recordar, como puedo, fue todo muy perfecto, como París. Fueron días soñados. Salió todo a pedir de boca. Pude encontrar un gran amigo en el couchsurfer Sébastien (me quedé en su casa como 14 días, todo un récord hasta el momento, según él), que me hizo demoler por completo ese imaginario de que los franceses son mala onda y no te responden por la calle y no se bañan y demás. (Es como siempre, hay de todo en todos lados. Pero quiero recalcar que los franceses fueron siempre muy amables aún sin que, en mi caso, hablara una palabra de su idioma). Mechi cantó en algunos lugares, Vir se inmiscuyó en el arte de tocar el saxofón, y Milu y yo dimos vueltas un par de veces hablando de la vida y las relaciones y César hacé esto pero tratá de dejar de ser tan animal porque si no te vas a prender fuego, por favor; y acto seguido nos dábamos un abrazo porque Milu es pura bondad y amor. A su vez, Milu tenía dificultades en transmitir con fluidez sus ideas debido a que siempre encontraba una baldosa sobresalida con la que se tropezaba ¡Milu, Milu! ¡Ojo con la camioneta! Jejejeje…

Chicas, muchas gracias por hospedarme en su nidito parisino. También quería decirles que los días que nos vimos han sido unos de los más gratos del último tiempo. Digamos, que el reencuentro fue con "M" de magnífico y "M" de monumental, como París ¡¡¡¡Las quiero muchisimísimo!!!! Me hicieron reír a borbotones y, una vez más, corroboré que, en una genuina y verdadera amistad, el tiempo se detiene. El reloj se queda sin cuerda, esperando que alguno de nosotros lo haga girar una y otra y otra vez...


... Y literalmente caída del cielo, una rosa descendió delante de mis pasos en una vereda cualquiera por una calle cualquiera. Había una chiquilla que quería asirla, midiendo la caída, pero falló. La flor roja descansó en el suelo y la niña la levantó. Miré hacia arriba y me pregunté si realmente era posible que del cielo parisino llovieran flores. Y al parecer sí. Creí ver a una abuelita en el balcón, sonriente. Preferí hacer caso omiso a mis ojos y quedarme con el perfume que el vuelo de la flor desplegó al caer...

viernes, 27 de agosto de 2010

Mathew St Music Festival: Liverpool

Siguió mi caravana a dedo y, luego de Dublín, el destino era Liverpool. Llegué sin alojamiento, totalmente despojado de un techo gratis. Esperé mi supuesto contacto que debía responder a mis mensajes y nada sucedió. Empezó a oscurecer y la ansiedad y la desolación comenzaron, momento en el cual pensé que tenía que correr por mi vida. Me sentía el marido ficticio de Eleanor Rigby, tan solitario, tan vulnerable, en una ciudad tan grande, tan bella. Caminé buscando campos de fresas sin tiempo, como si fuera capaz de detener las agujas del reloj para encontrar un huequito que me cobijara en la potencial noche fría y portuaria de Liverpool. No manejé el coche de nadie, porque no quería tampoco. El day tripper que me creía ser estaba tan, tan cansado de tanto azar. Empecé a cantar Get back y pensé en irme. No obstante, sabía que algo tenía que salir. Y así fue. Me fui para la fábrica procesadora de lombrices y zapatos y conocí a May, de Tenerife. Miró a través de mí y, como es de esa gente que te invita a su casa a dormir, me abrió las puertas de su hogar durante esa semana que pareció durar ocho días. El aire que se respiraba era de “L” de Liverpool, no de Londres. Había magia de giras misteriosas, de árboles de mandarina y de cielos de mermelada. Todas las calles parecían llamarse Penny Lane. Todo lucía lo mismo y, a su vez, diferente en cada cuasi canal que llegaba a mojar con las aguas del Mersey las paredes del ex puerto hecho paseo peatonal. Las calles se inundaron de personas, y aunque sólo me sentí un pez durante el festival, seguí pensando por mí mismo, mientras me dejaba maravillar y conquistar por la ciudad. Pensé que todo era posible, que no existían barreras, que quizá sólo estaba durmiendo, pero que a la vez estaba escalando otro árbol, que poco a poco estaba ganando este juego. Paré un segundo y pensé en ellos, canté Julia, mientras las bandas tributo y May entonaron reiteradas veces que la vida es muy corta, y no hay tiempo para protestar ni pelear. Se me dio todo, e incluso pude contactarme con Dr. Robert, quien agregó la frutillita a este pie de miel que fue Liverpool. Me sentí parte del club de los corazones solitarios, pero, al mismo tiempo, sentí que la ayudita de mis amigos Paul, Ringo, John y George –estos dos últimos en mayor medida, supongo-, llenó la semana de este hombre de ningún lugar con magia, a través del universo y de los mundos. Me fui y me pude escapar del cobrador de impuestos impunemente, llevándome el momento que este lugar me dio, con los amantes y los amigos que podré recordar. A Liverpool le dije hola y adiós, o quizá le dije hasta pronto, porque el ayer sí sabe, pero el mañana nunca lo sabrá. Sea cual fuere el caso, sé que atesoraré a esta ciudad aquí, allá y en todas partes.

martes, 10 de agosto de 2010

Volver a las raíces: Dublín, embajada argentina

¡Ufff! ¡Menos mal que me pude tomar el ferry! ¡Esto parece un hotel flotante!.. ¡Dale, dale! ¡Corré que sos el último!.. ¡¿Pero si el pasaje costaba 30€?!.. ¡Loco! ¡Tan lejos va a quedar la terminal del ferry! ¡¿Por qué los taxis son tan carísimos?!.. ¡Qué bien que la pasé en Dublín!.. ¡Toda la vida, las mismas calles. Toda la vida, las mismas calles!.. Muchachos, me voy mañana bien temprano ¡Esta vez es en serio! Sí, César, como hace 5 días que nos venís diciendo. Vos de acá no te vas más. Yo mañana me levanto y vas a estar durmiendo como siempre. En serio muchachos, les doy un abrazo ahora porque mañana no los voy a ver... ¡Ya es la cuarta vez que este rosarino liga el ancho! Fijate si no se carteó... ¡No vengás a mí Pablito que no tengo nada! Pero al final nunca me preguntás por los puntos ni si hago primera o si me acompañás... Chau Seba, me voy pa lo de Julia... ¡Petrelli, siempre lo mismo vos! ¡Sos terrible!.. Che, el martes hay partido de fútbol, ¿te prendés?.. Está sonando el celular. Seguro que es Pablo, ni me gasto ¿Por? ¡Si llama cinco veces por día! Creo que tiene un problemita de adicción. Jejejeje... Uh, son las 4:30 am, los pibes no se van a despertar. No, mejor no toco más el timbre ¿Y esos cartones de enfrente? ¡Listo! ¡Garparelli duerme a lo vagabundo esta madrugada en la calle! ¡Buenísimo!.. ¿Juli, vemos Carancho? Dale Petrelli, pero no tengo ganas de cocinar... Che, el domingo hay asado en la casa de uno de los mellis correntinos, ¿te contamos? Sí, ¡pero mirá que voy con hambre de niño pobre!.. Oiiie guiiiie, ¿iiiamaste a aiiielén? No se suspende por iiiiuvia, ¿no?.. ¡Estos mini knackers son unos pendejos endiablados! ¡Se están choreando las gomas del taller mecánico!.. ¡Estos irlandeses parece que nunca pasaron hambre, che! ¡No puedo creer la cantidad de comida entera que hay en el suelo! ¡Uh Julia, mirá, una hamburguesa de Mc Donalds en su papel original! ¡Ya encontré el almuerzo! ¡Nah, no podés!.. ¡Tené cuidado que te heché la maldición del rosarino! ¡Ahora estás al horno flaquita!.. Y este es el Guri, ahora está probando la bigamia un poco a los tumbos y no quiere salir a la calle por miedo a que la francesa lo vea con la española. Y lo que pasa es que yo nunca jugué a dos puntas. Yo soy hombre de una mujer ¡Asumilo Guri, sos un jugador! No, no, no contamines mi boca con palabras ajenas e impuras... Mirá César, mañana hacemos winsurf en un pueblito cercano, ¿querés venir? Ehrrrr, no sé, soy muy rata, pero a la vez me gustaría. Bueno, sí, sí, ya fue, ¡los acompaño!.. ¡Cómo andás querido, disculpame que se me hizo tarde, es que anoche salimos y nos rompimos! Mirá, me tengo que tomar el bondi porque me voy a laburar. Acá te dibujé un croquis para que llegues y encuentres nuestra casa. Tocá timbre que el Checho o Guille te van a abrir. Uh gracias Seba. Estoy rotísimo. Me muero de sueño y ya hacía como tres horas que estaba esperando ¡Menos mal que viniste! Sí papá, todo bien, la vas a pasar de primera... Thank you so much for the lift Dan. You made my day. Don't worry mate, just keep going up till you find the spire. Have a good one!.. "Do things you never thought possible". Mmmm, qué cartel más interesante. Me parece que Dublin ya arrancó con todo...